Disfunción de la Excitación Sexual Femenina: Impacto y Enfoques Clínicos
El trastorno de la excitación sexual en la mujer, también denominado disfunción de la excitación sexual femenina, se refiere a la dificultad persistente o recurrente para alcanzar o mantener un nivel adecuado de excitación sexual durante la actividad sexual, lo que genera un malestar significativo en la mujer afectada. Esta condición puede involucrar tanto una respuesta física inadecuada, como problemas de lubricación genital, como la falta de una experiencia subjetiva de excitación, incluso ante estímulos que anteriormente generaban una respuesta positiva .
Las mujeres que padecen este trastorno a menudo presentan dificultades para lubricarse durante el acto sexual, lo que puede hacer que la experiencia sea incómoda o dolorosa. Esta respuesta fisiológica puede verse influenciada por factores hormonales, como los niveles bajos de estrógeno, especialmente en la menopausia, que pueden alterar la respuesta física a la excitación. Además, condiciones médicas como la diabetes y enfermedades neurológicas pueden afectar el flujo sanguíneo hacia la región genital, lo que dificulta la excitación física .
Desde un enfoque psicológico, muchas mujeres informan una desconexión entre su deseo sexual y su capacidad para excitarse, lo que puede derivar en una disminución de la calidad de vida y problemas en las relaciones interpersonales. Factores como la depresión, el estrés crónico y las experiencias traumáticas pueden contribuir a esta falta de respuesta sexual, lo que subraya la necesidad de un tratamiento integral que incluya apoyo tanto físico como psicológico.
Este trastorno puede afectar profundamente la vida de pareja, generando sentimientos de frustración e incomprensión, por lo que es esencial abordarlo desde una perspectiva multidisciplinaria, que incluya evaluaciones hormonales, terapias psicológicas y, en algunos casos, la intervención médica para restaurar el equilibrio físico y emocional de las pacientes.